• Fuentes de fibra
• ¿Qué más? ¡Verduras!
• Propiedades de la fibra

Existen muchos mitos sobre las fibras que definitivamente demonizan su efecto. Cada vez es más popular dudar de su impacto en la salud de nuestro cuerpo y nuestro bienestar. Muchas personas preguntan: "¿Cuáles son los beneficios de una sustancia que no se digiere?". Respondemos: ¡muy grandes! Contrario a lo que parece, las fibras son extremadamente valiosas, lo que hoy intentamos demostrar.

Las fibras, también llamadas fibras dietéticas, son una sustancia vegetal que se encuentra, entre otros, en productos de cereales. Es una mezcla de celulosa, almidón, pectina y hemicelulosa. Es cierto que las fibras no son digeridas por el sistema digestivo, pero hay que enfatizar que no son innecesarias. Contrario a lo que parece, las fibras tienen un enorme impacto en la función del sistema digestivo y pueden contribuir significativamente a mejorar nuestra salud y al éxito de la alimentación. Así que sigamos de cerca en qué productos se encuentran y qué nos ofrecen.

Fuentes de fibra

Como ya se mencionó, las fibras se encuentran en grandes cantidades principalmente en los cereales. Por eso se encuentran en pan de centeno, salvado de trigo, germen de trigo o copos de avena, cebada y maíz. Una fuente rica en fibra también son las legumbres, principalmente lentejas, frijoles blancos y rojos, guisantes y soja. En nueces y semillas no debemos prescindir, especialmente nueces, cacahuetes, pistachos y avellanas, sésamo, amapola, semillas de girasol y almendras.

¿Qué más? Verduras!

Tomemos perejil, apio y coles de Bruselas. No olvidemos el arroz integral, la sémola de cebada y las frutas, especialmente las secas. Altas cantidades de fibra se encuentran, por ejemplo, en ciruelas, albaricoques, manzanas y duraznos. Sin embargo, recuerde que estos productos no están endulzados. Concentrémonos en alimentos naturales, no procesados.

Propiedades de la fibra

Las propiedades beneficiosas para la salud de las fibras son innumerables. Las fibras insolubles en agua mejoran la función del sistema digestivo, por ejemplo, mediante el aumento de la sensación de saciedad, que consecuentemente evita el hambre y el picoteo excesivo. Apoya la digestión y estimula la secreción de saliva y también previene enfermedades cancerosas del sistema digestivo. Las fibras solubles en agua evitan que el colesterol se absorba en grandes cantidades perjudiciales para la salud y previenen la aparición de cálculos biliares. ¡Eso no es todo! Las fibras naturales reducen el nivel de azúcar en sangre y así protegen contra la diabetes, combaten el estreñimiento, facilitan una desintoxicación efectiva y favorecen la eliminación de grasas.

Los ejemplos anteriores muestran que la alimentación de cada uno de nosotros (que no sea alérgico a los productos mencionados) debería ser rica en fibras. Sin embargo, hay personas para quienes el consumo de productos ricos en fibra es incluso recomendable. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, personas con hipertensión, diabéticos, personas con arteriosclerosis y todos los que tienen sobrepeso u obesidad.